“La creatividad es el atributo número uno buscado entre los más de 1500 CEOs encuestados por IBM en 33 industrias y 60 países. No buscan disciplina, integridad, inteligencia o inteligencia emocional, si no creatividad.”  –Emma Seppala, HBR

La importancia de la creatividad en el mundo tradicional de los negocios puede sorprender a algunos pero en el entorno actual donde la información es líquida, donde trabajamos con espacios de colaboración abierta en internet, donde las ventajas competitivas no son sostenibles, la creatividad se convierte en un habilidad crítica en el mundo de los negocios y en el futuro del trabajo.

Competencia crítica

Está dentro de las primeras 3 de 10 competencias que serán más buscadas al 2020, según el World Economic Forum.  Ha saltado 7 escalones desde el ranking WEF del 2015, ubicándose después de la solución de problemas complejos y el pensamiento crítico.

Asi como los CEOs encuestados por IBM, para otros también se convierte en “la” competencia. Según James Hewitt, es la base del estrado de las habilidades del futuro, porque la necesitas tanto para resolver problemas complejos como también para pensar de manera crítica.

Esto probablemente los lleva a reflexionar:   Con presión por todos lados, ¿cómo, además, pensar creativamente?

¿Cómo lograrlo?

La respuesta puede ser obvia, pero no necesariamente fácil de ejecutar: creando espacios para pensar, para conocer e interactuar con personas y entornos diferentes, para probarnos haciendo cosas de manera diferente o encarando frustraciones que sacan a nuestro cerebro de su zona de confort, que es dónde suele quedarse a falta de desafíos o estímulos nuevos.

El cerebro responde maravillosamente a lo nuevo, “…a las conversaciones,  creando nuevas conexiones sinápticas que son la base para crear la chispa de la creatividad que se manifiesta en ideas o soluciones a problemas que antes parecían imbatibles”, según el consultor de empresas Fortune 500, Aviv Shahar.

La creatividad es la base de la innovación

Muchos confunden la creatividad con la innovación. Surgen invariablemente definiciones distintas, pero me quedo con la diferenciación del académico, Charles M. Wood, que me parece la más completa.

Postula que la creatividad no es lo mismo que la innovación, pero que es la base para innovar.  Se  diferencian porque la innovación va un paso más allá: 1) soluciona problemas humanos reales y 2) agrega valor de manera única.

Ambas se complementan.  Si no te alimentas de creatividad, el camino hacia la innovación puede ser mucho más difícil de emprender.

Paradigma que debemos olvidar

Debes deshacerte del paradigma que asocia la creatividad con la genialidad y personas como Bill Gates o Steve Jobs.  La creatividad no tiene por qué ser vista así–sino, no no solo asusta, si no que parece inalcanzable.  Por ello, es aconsejable revisar el concepto de la creatividad práctica.

La creatividad práctica

Patricia Merino, business coach y experta en innovación, habla de la creatividad práctica. Replantea lo creativo y lo desasocia de la genialidad, porque no es necesaria para ser un líder de negocios creativo.

“La creatividad práctica es la disposición para trabajar con una filosofía centrada en el cliente. Implica que abraces la filosofía con todas tus fuerzas y la vivas estando en la calle, mordiendo el polvo que muerde el cliente, haciendo la misma cola que hace él, llamando tu mismo al call center para que te inmersas en su experiencia y sientas lo mismo que él. La creatividad práctica cuestiona el status-quo, cómo se vienen haciendo las cosas, y pregunta: ¿Como hago más ágiles mis procesos? ¿Cómo genero nuevos procesos y derrumbo los que no agregan valor? ¿Cómo mejoro la experiencia del cliente? ¿Cómo lo ayudo a tener éxito en lo que se propone, sea en el cuidado de su salud, de su empresa, entre otros?

La época de líderes Súperman, se acabó. Hoy se esperan líderes creativos pero prácticos, enfocados en el cliente, que puedan atar cabos sueltos para crear un futuro basado en una visión práctica de las cosas. Sobre todo, se buscan líderes que puedan reinventarse para convertirse en el ejemplo que buscan en otros—e ir un paso más allá: ser capaces convocar y energizar a otros para que también puedan reinventarse y lograr ese futuro común.

Fuente: Strategos

Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com /11 de Julio 2019