“Si no avanzas, retrocedes”
A veces es necesario hacer un cambio de empresa o actividad para avanzar
“93% de personas se va de la empresa para avanzar en sus carreras…solo 7% asumió nuevas oportunidades dentro de la misma empresa.”
–Estudio Gallup
El estudio de Gallup en Estados Unidos, de hace algunos años, sugiere que las empresas tienen que reinventarse seriamente no solo para ser competitivas en el mercado, si no para seguir siendo atractivas para sus colaboradores.
Por su lado, el colaborador, tiene esencialmente dos opciones: trabajar con la empresa para aclarar expectativas (de ambos lados) y delinear un plan para cumplirlas; y, si esto no funciona, hacer lo que están haciendo…irse a otro lado, para conseguir lo que quieren.
Los tiempos cambiaron
El tabú de dejar la empresa es cosa del pasado. Ahora se valoran las experiencias diversas, muestras de adaptación al cambio, de flexibilidad, etc. Esto puede traducirse a diversas experiencias en diferentes empresas. O, en la misma empresa, pero no en el mismo puesto por años. Hay que estar continuamente aprendiendo, reinventándose.
Autonomía e independencia
Por otro lado, antes, tener una carrera corporativa lo era todo. Ahora ser emprendedor está de moda, aunque no es para todos y los índices de fracaso son altos. Pero con el auge de start-ups tecnológicas y los cambios en estilo de vida, se valora mucho la autonomía e independencia de ser emprendedor o freelance. Un millenial me decía, “son las 11 de la noche y sigo trabajando, pero en la mañana me fui a correr tabla de 10 a 12, eso no lo puedo hacer con un trabajo normal.”
A inicios de su carrera, Jacob Morgan el futurólogo pensaba que había aceptado una posición de ensueño. Con el pasar de los días, se dio cuenta que su trabajo “corporativo” era verdaderamente una pesadilla porque a diferencia de lo que le prometieron, se pasaba días completos haciendo llamadas y elaborando presentaciones para otros. Renunció el día que el CEO de la empresa le dio $10 y le pidió que le compre un café. Fue el inicio de lo que se convertiría en una carrera independiente extraordinaria.
Oportunidad para aprender y conseguir algo mejor
Cambiar de empresa implica un riesgo, sobre todo en cuanto a fit cultural que es en lo que menos nos fijamos. Pero, para quien no está contento, puede ser la solución y también una oportunidad para aprender otras cosas y conseguir algo mejor.
Como anécdota, hace unos días, escuchaba un podcast de Dan Schwabel, el autor «bestseller» del «New York Times» sobre temas de carrera. Cuando le preguntó a su invitado, ¿Cuál es el mejor consejo de carrera que le puedes dar a alguien? Este le dijo, “Haz que te despidan.” Explicó que a él lo habían despedido 3 veces y que fue lo mejor que le pudo pasar porque las 3 veces consiguió mejores trabajos.
El ascenso
En otros casos, cambiar de empresa puede representar la oportunidad que uno busca para ascender, como sugieren las cifras. A veces es difícil avanzar a posiciones sobre todo en los niveles cada vez más altos, especialmente en algunas multinacionales donde pueden generarse cuellos de botella.
Hace algunos años un gerente compartió su preocupación porque tenía colaboradores locales que estaban listos y deseosos de ser promovidos, pero había una cola de varias personas, en otros países, esperando la misma posición.
El salario
En otras oportunidades, salir de la empresa puede traducirse a una mejora salarial y/o de beneficios. Ante situaciones de escasez de talento o habilidades puntuales, las empresas tienden a ser más generosas con sus ofertas para motivar a los candidatos más atractivos a cambiar de empresa.
El estilo de vida es crítico
Es un tema importante no solo para los millenials sino también para algunos ejecutivos que podrían estar desgastados por años enfocados en sacar adelante sus carreras. Hoy quieren disponer de tiempo para perseguir sus intereses personales, quieren un trabajo cerca de su casa para no gastar horas en el tráfico, y quieren tener tiempo para disfrutar y divertirse.
Un ejecutivo que logró ingresar a la empresa de sus sueños, se dio cuenta que no era la maravilla que había imaginado. No tenía vida por la exigente carga de trabajo y no le terminaba de convencer la cultura interna. Al cabo de un tiempo se fue, mejoró su cargo, ingresos y logró una mejor calidad de vida en su nueva empresa.
Evalúa bien tus decisiones de carrera
Con este artículo no sugiero que la solución es dejar tu empresa. Tampoco sugiero saltar de empresa a empresa, no. O, dejar tu empresa y tirarte al vacío porque estás descontento.
Cada persona es diferente y su realidad es diferente, sobre todo en cuanto a su respaldo financiero o disposición hacia el cambio. Hay que estar preparado para ser atractivo y competitivo en el mercado. Finalmente, hay que evaluar las alternativas. Una de ellas, como sugiero al inicio, es conversar con tu empresa para buscar un alineamiento y apoyo para cumplir expectativas mutuas y delinear un plan. Si esto no se da, y entendiendo que nada es perfecto, puede resultar afortunado prepararte con tiempo para poder dar el salto a otra más sintonizada con tus expectativas. Los cambios no tienen por qué ser malos y pueden servir para seguir aprendiendo y hacerte más versátil para el futuro.
Google Images: PsychologyToday, EmprendePyme, LifehackerAustralia, Expansion
Fuente: Softonic
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 17 de Enero 2020