• Artículos

No quiero regresar al mundo corporativo

 

He salido de mi empresa por restructuración y luego de pensarlo mucho he decidido que ya no quiero más de lo mismo. Me cansé de las largas horas, de los viajes y de tener que “reportar” continuamente afuera. Quiero estar más tranquilo, mis hijos ya están grandes y no tengo las responsabilidades de antes. ¿Qué opciones tengo?

No estás solo, es lo que sienten algunos experimentados ejecutivos. Tienes todo el derecho de hacer un cambio, si es lo que realmente deseas.

Lo más importante para empezar, es evaluar tus espaldas financieras, determinar tu patrimonio y también revisar con cuánto necesitas vivir. Esto incluye seguros, viajes, casa–no solo ahora, si no en unos años cuando es posible que tengas que gastar más (o menos) en rubros como estos.

Quizá no tienes una hoja de ruta concreta en estos momentos, pero trata de estar abierto a varias alternativas.  Como en el design thinking, cuando hay muchos interrogantes, es cuestión de ir probando hasta que identifiques las actividades que crees que te llenarían más e ir afinando los tiempos que quisieras dedicarle a cada una.

Tienes varias opciones sobre las cuales armar un abanico de actividades que te mantengan remunerado, ocupado y entretenido bajo tus propios términos.

Asesorías o consultorías. Si te atrae esta opción, ten presente que podría convertirse en un trabajo a tiempo completo si no planeas bien qué proyectos asumes y cuánto tiempo quieres dedicarle. Si trabajas solo, tendrás que conseguir clientes y luego tendrás que atender el proyecto lo cual te dejará poco tiempo para vender. Ten presente que los tiempos de decisión de los clientes son largos y que la mayoría de propuestas no se concreta en venta.

Negocio propio. Es un trabajo 24/7, de largo aliento, no te engañes. Si buscas mayor tranquilidad, quizá no sea la mejor opción. La inversión y los tiempos de retorno, suelen ser más largos de lo que te imaginas inicialmente. Otra alternativa es financiar y asesorar a otro proyecto o start-up, como inversionista. Otra manera de reducir el riesgo es asociándose con alguien u optar por una franquicia. El negocio propio es demandante y no es para todos y se evidencia en los altos índices de fracaso en los primeros años.

Docencia. Es muy atractiva para los ejecutivos porque da mucha satisfacción personal, pero podría no pagar tan bien en relación a los sueldos corporativos. Suele ser una actividad complementaria a otras y demanda preparación. Eso sí, prepárate para calificar exámenes durante los fines de semana.

Directorios. Son estimulantes y muy atractivos para ejecutivos con experiencia corporativa. Hay los que son ad-honorem, usualmente en empresas sin fines de lucro, y donde puedes hacer tus “pininos”. También los hay remunerados en empresas chicas o medianas de personas conocidas que podrían ser un sitio ideal donde empezar. Y, finalmente, los directorios de empresas más grandes que son los mejor remunerados y más cotizados, que priorizan la experiencia en Gerencia General . Aparte de las reuniones mensuales tendrás que participar en comités que pueden comprometer varias horas al mes adicionales.

Coaching. Es una de las actividades donde mejor puedes manejar tu tiempo pero si requieres un ingreso estable, tendrás que verlo como un negocio y promoverlo. Tendrías que invertir en una certificación, pero lo rico es que te abre las puertas a un sinfín de oportunidades, desde convertirte en un coach deportivo si eres deportista, o un coach ejecutivo dada tu experiencia corporativa, o un coach de vida o well-being, entre tantas otras opciones.

Expositor. Dada tu experiencia corporativa, si eres bueno hablando frente al público, podrías explorar la opción de convertirte en un expositor profesional en tu especialidad. Si dominas el inglés, el mundo es tuyo. Esto implicará que te posiciones como experto en tu tema con fuerte presencia en redes sociales y que empieces a participar en congresos locales para luego abrirte espacio en el mundo de los expositores profesionales que tendrás que investigar.

Hobbies. Puedes convertir un hobby como podría ser la pesca o el ciclismo, en una actividad remunerada si enseñas, si formas grupos de viajes a diferentes lugares, o si te conviertes en un coach en alguna de estas actividades. Si te gusta escribir, puedes crear un blog sobre el tema, con videos, tutoriales y artículos que de pronto despega y logra el auspicio publicitario de marcas interesadas. Tienes que aprender mucho sobre cómo funcionan los blogs y las redes sociales para que te “vean”.

Autor. Publicar un libro te abre muchas puertas y te da visibilidad, especialmente si quieres ser un expositor profesional. Si redactar no es tu fuerte, hay profesionales especializados que pueden ayudarte a afinar ideas o a poner tus conocimientos en blanco y negro.

Estas son solo algunas de las tantas posibilidades que tienes frente a ti, dada tu experiencia profesional. Lo ideal es armar un abanico de actividades para empezar y complementarlas con actividades personales, de salud preventiva, deportes, viajes, tiempo con la familia, hasta lograr el equilibrio deseado.

Debes mantenerte ocupado porque no puedes irte de un extremo al otro, así que empieza probando hasta encontrar lo que funciona para ti y tu familia.

Recuerda que debes definir tus siguientes pasos en tus propios términos y pensando en quienes dependen de ti.   No hay una receta única. Lo que funciona para ti puede no ser lo ideal para otros y solo tú sabrás lo que tiene sentido para ti.

GoogleImages:  Loginews.com, RK.com, Incolink.com
Fuente: PlanetLean.com

Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 14 de Septiembre 2017

Regresar