Me quiero jubilar a los 55
Mis negocio van bien, siento que he contribuido con mi familia y con el país haciendo empresa y he trabajado intensamente en los últimos años. Estoy pensando jubilarme pronto, para disfrutar más la vida, a mi familia y amigos, pero no estoy seguro cómo empezar a planear mi vida “después de…”.
En mis conversaciones con ejecutivos y empresarios, veo cada vez más casos de personas que desean jubilarse antes de tiempo para dedicar tiempo a otras cosas. Más allá de los trámites con las entidades correspondientes para ver el tema de tu jubilación propiamente, y asegurar un ingreso luego de años de trabajo, debes contemplar varios temas:
Tu empresa. Pareciera que la parte comercial y financiera está caminando, por lo que me preocuparía por dejarla en buenas manos. Asegúrate de que no sólo tienes a las personas correctas en cada puesto, vela por que éstos desarrollen a sucesores, de tal manera que si de pronto se van, puedan ser reemplazados por quienes están debidamente entrenados. Uno de los recursos más escasos es el buen talento; sin él las oportunidades de crecimiento se verán afectadas. Deja la empresa en orden para estar tranquilo y mejorar las probabilidades que tu jubilación sea como esperas.
Haz un proceso paulatino. Prepara a la organización. Comunica tus intenciones y refuerza el hecho de que seguirás a la cabeza de la empresa en tu rol de presidente, pero que ya no estarás metido en el día a día como gerente general. Si sabes quién te reemplazará lo puedes comunicar o avisar que próximamente se anunciará. Trata de no dejar la empresa de un día para el otro, y usa el período de transición para ir delegando algunas responsabilidades y ‘coachear’ al nuevo gerente. Una vez que hayas dejado la gestión de la empresa, evita la tentación de ir a la oficina con frecuencia para no generar confusión, o involucrarte en las operaciones, para no quitar autorización al nuevo gerente frente a los colaboradores.
Convoca a un directorio profesional. Si aún no lo tienes, rodéate de personas con diversas experiencias y especialidades, profesionales con solvencia moral y económica para que puedan expresarse independientemente y ayudarte a hacer mejor tu trabajo de presidente. No importa si se trata de una empresa pequeña, un directorio profesional siempre es una inversión que se paga largamente. Lleva un curso ejecutivo sobre directorios y buen gobierno corporativo para saber cómo presidir el directorio de la manera más profesional.
Jubilarse no es el fin del mundo, por el contrario es el inicio de una nueva etapa de vida, la cual dura cada vez más. De acuerdo con LHH DBM, consultora de transición laboral que también asesora a personas seis meses antes de su jubilación (para facilitar la transición), hay diez puntos que debes planificar. Aquí resumo algunos de ellos.
Revisa tus ingresos. Debes asesorarte y planificar cuidadosamente, para solventar muchos años más de vida y bienestar. No olvides el tema de los seguros. Hoy puedes sentirte muy bien, pero los años pasan, y con el tiempo tanto tú como tu pareja requerirán de cuidados, a veces operaciones, que pueden exigir coberturas más extensas, las cuales debes planificar para el futuro.
Portafolio de actividades. Tu nueva vida estará conformada por diversas actividades, de las cuales el ocio es sólo una de ellas. Piensa cómo quisieras vivir esta nueva etapa. ¿Cuánto quisieras dedicar a la familia, a los viajes, a tus hobbies, a los amigos, al planeamiento financiero? Y, por el lado profesional, ¿cuánto tiempo debes dedicar a la empresa? ¿Te interesa hacer algún curso de actualización fuera, participar en otros directorios, enseñar, convertirte en consultor?
Las relaciones en casa.Podrías estarás más presente en casa, lo que implica un cambio en roles y relaciones, los cuales hay que saber manejar. Evita convertirte en el ‘gerente’ de tu casa. Ésta probablemente haya funcionado perfectamente hasta ahora, trata de seguir confiando y no meterte en los detalles, ni de cuestionar todo lo que hacen tus hijos o tu pareja; de lo contrario, la reinserción en casa podría generar cierto estrés familiar.
Algunos ejecutivos se arrepienten de haber descuidado a su familia por el tiempo que le dedicaron al trabajo. Aprovecha y aprecia todo lo positivo que tienes en casa y no dudes en mostrar gratitud. Dedica tiempo a cultivar las relaciones con ellos, a reconectarte para que te conozcan mejor, a escucharlos. Comparte actividades, tu historia de vida si aún no lo has hecho, probablemente les fascinará. Si tienes hijos chicos, fórmalos para que sean personas sanas, correctas y productivas. Si son jóvenes y están interesados en eventualmente trabajar en la empresa, aprovecha el tiempo con ellos para compartir la historia y anécdotas de la empresa, y toda la sabiduría empresarial que has adquirido.
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Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 09 de Junio 2016