Me despidieron
Nunca pensé que me pasaría, pero luego de 9 años con la empresa, me han dicho que mi puesto desaparece. Dicen que es por re-estructuración, pero hay otros colegas que no están a la altura y, sin embargo, siguen ahí. ¿Valdrá la pena insistir?
Las mejores empresas suelen ser muy exhaustivas en explorar toda posibilidad de permanencia antes de recurrir a una desvinculación.
Aunque es natural cuestionarte en estos momentos, es poco probable que puedas revertir la decisión. Por otro lado, podría resultar desgastante tratar de entender por qué no le tocó a otro.
Hoy, debes permitirte unos días para vivir el duelo que implica salir de una empresa–por más difícil que pueda parecer—para que luego puedas centrar toda tu energía en voltear la página, mirar hacia el futuro y agilizar tus tiempos de recolocación.
Las recomendaciones a continuación pueden ser de mucha ayuda:
Conversa con tu familia. Necesitas su apoyo. Explícales el motivo de tu salida y dales tranquilidad. Cuéntales de tus logros y todo lo que sabes hacer para dotarlos de herramientas a fin que se conviertan en tus mejores referentes.
Cuida las formas. Por más fastidiado que estés, no te expreses de manera negativa, ya que la gente le huye a la mala vibra. Por otro lado, querrás salir de la empresa por la puerta grande, como entraste. Esto incluye expresarte de la mejor manera posible sobre tu jefe o empresa porque son quienes finalmente darán referencias tuyas.
No te escondas. Los ejecutivos modernos entienden que nadie tiene el trabajo asegurado y ven las salidas de las empresas como parte del ciclo laboral. Son flexibles, adaptables y se mantienen visibles en eventos y actividades gremiales donde tienen oportunidades de reconectarse y conocer a gente nueva.
Irradia un halo de éxito. Vístete bien y lleva siempre puesta una sonrisa. Prepara un guión para cuando te encuentres con conocidos que puedan conocer tu situación. Piensa en algo positivo que implica que estás activo: “Efectivamente mi posición se vio afectada por una reestructuración. No me puedo quejar, la empresa se portó muy bien conmigo y ahora estoy explorando otras opciones laborales…”
Cuida tu dinero. Al enterarse que dispones de un paquete de salida, algunas personas acudirán a ti para pedirte un préstamo, o invitarte a invertir en un negocio. No distraigas recursos valiosos en un momento de incertidumbre. Dale tranquilidad a tu familia pero pídele su apoyo evitando los gastos superfluos, por lo menos hasta que te hayas recolocado.
Identifica tus fortalezas y tus logros. Plasmar tu trayectoria laboral en un CV te levantará los ánimos. Identifica tus logros y fortalezas y muestra tu trayectoria laboral de manera clara y concisa. No repartas el CV a diestra y siniestra ya que podrías mostrar desesperación.
Prepárate para la búsqueda laboral. Debes tener mucha fé, paciencia y estructura para dedicarte a tu nuevo trabajo: la búsqueda de un nuevo empleo. Empieza haciendo un horario de 8 horas, el cual debe incluir ejercicio físico diario, algún curso de actualización y; sobre todo, espacios para: revisar tus logros, preparar tu presentación personal, redactar un CV profesional, preparar la lista de tus contactos, investigar el mercado, asistir a entrevistas y citas de cortesía, entre tantas otras cosas.
Si tu empresa contrató un programa de transición laboral, aprovéchalo al máximo ya que incluye asesoría especializada y la estructura que este proceso requiere, incluyendo relacionarte con otros ejecutivos. De lo contrario, puedes recurrir a los cientos de artículos y videos disponibles en Internet que te pueden servir de referencia, en ausencia de una consultoría personalizada.
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 15 de Agosto 2013