La bancarrota profesional
Se acerca fin de año y veo que se pasó un año más sin que me asciendan. Hace algún tiempo leí tu artículo sobre la bancarrota profesional. ¿Podrás compartirlo para ver si estoy en ello?
En marketing, los productos o ‘marcas’ son activos valiosos que pueden llegar a valer miles de millones de dólares. Si no se reinventan oportunamente, pueden convertirse en pasivos y morir con el tiempo.
Lo mismo sucede con tu marca personal. Si la construyes y reinventas en su mejor momento, la convertirás en un activo valioso. Estarás construyendo tu patrimonio profesional.
Si la descuidas o abandonas esperando que se revalorice sola, rápidamente se convertirá en un pasivo que te podría llevar a la bancarrota profesional. Dejarás de estar en el radar de quienes toman las decisiones, no te invitarán a participar en proyectos importantes, tu sitio en la mesa se lo darán a otro y el teléfono dejará de sonar.
Si no te has preocupado de continuamente sostener una conversación con tus clientes más importantes: los stakeholders de su empresa o su jefe, o no has sabido ‘escuchar’ al mercado y sus tendencias, no tendrás la base para estructurar una oferta de valor relevante y distintiva. Esto impedirá que puedas direccionar tus siguientes pasos profesionales de manera acertada.
También podrás desarrollar debilidades que se van acentuando poco a poco y se convierten en tu marca personal: difícil, pesado, desactualizado, etc.
Mantener el valor de las cosas, incluidas las marcas personales, demanda mucha atención y dedicación. Imagínate lo díficil o frustrante que puede resultar tratar de salvar marcas profesionales en bancarrota.
Nunca es tarde para reinventarte, trata de hacerlo en tu mejor momento. En LHH-DBM Perú llamamos al pico más alto del ciclo del producto o la marca personal la curva del éxito, precisamente antes de que la curva empieza a caer. Si te reinventas en tu mejor momento, construirás sobre una plataforma más alta, en vez de hacerlo desde cero, cuando la curva cayó, con todo el esfuerzo que ello implica.
Realiza una revisión y plan personal, así como en el trabajo haz tu plan anual. Evalúa cómo te fue, qué pasó en el mercado y qué se viene en relación con tendencias, competencia, etc. Establece tu visión personal de a dónde quieres llegar, en qué proyectos quisieras participar y define qué tienes que hacer, con qué recursos y personas debes contar para conseguirlo.
Tómate unos días, idealmente solo y en un ambiente tranquilo fuera de la ciudad para reflexionar. Piensa en tu oferta de valor, si sigue siendo válida. ¿Cómo estuvieron tus resultados? ¿Qué tendrías que afinar o hacer para lograr esa promoción el próximo año? Reflexiona sobre los proyectos en los cuales participaste y cuáles te interesan para el 2016. Piensa en cuánta gente nueva conociste, de quién quieres estar más cerca. ¿Realizaste alguna actualización o estudios? ¿Cuáles deben estar en tu agenda para el próximo año? En relación con tu jefe y colegas, ¿cómo evaluarías estas relaciones?, ¿qué errores cometiste?, ¿cómo vas a construir estas relaciones durante el próximo año? Empieza con estas interrogantes y tendrás una buena base sobre la cual construir tu plan del 2016 y prevenir la bancarrota profesional.
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Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com