Cuando me quedé fuera de un proceso de entrevistas, le pedí a un conocido que trabaja en la empresa, que averigüe el motivo. Le dijeron que era un tema de imagen, pero me preocupé de ir bien vestido. ¿A qué se podrían estar refiriendo?

Si el comentario va por el lado de tu imagen–un tema crítico en entrevistas–no solo se trata de la ropa que vistes.  Me preguntaría si estás cometiendo algunos de los siguientes errores típicos, que podrían impactar en la imagen que proyectas.

• Usar vestimenta inadecuada: Esto incluye ropa apretada, arrugada, desaliñada, escotada o sucia.
• No controlar los nervios: Estos se manifiestan de diversas maneras, incluyendo la humedad en las manos, la cara o en la ropa; el apretón de manos; risa excesiva u otros tics nerviosos.
• Descuidar tu expresión oral: A veces lo que dices o cómo lo dices puede jugar en contra. Dependiendo del tono de voz, puedes proyectar una imagen arrogante o muy sumisa. Tampoco es bueno hablar muy alto, o muy bajo, o sin altibajos. Evita usar lenguaje muy coloquial o expresarte mal de otras personas, especialmente de anteriores jefes o empresas.
• No poner atención al lenguaje corporal. Tu lenguaje corporal debe proyectar confianza y tranquilidad por lo que debes evitar extremos: ni muy tenso ni muy relajado.

• Falta de higiene personal: Hay cero tolerancia en cuanto a fallas en higiene personal porque suelen ser muy desagradables para quien las percibe. Esto comprende desde la apariencia de tus manos hasta olores indeseados.

Es importante resaltar que en una entrevista no escucharán lo que dices si la parte visual–la imagen–distrae o no te ayuda. TODO entra por los ojos. El primer impacto se genera dentro de los primeros instantes del encuentro y puede ser decisivo.

La consultora de imagen Martha Risco y blogger de “Tu Imagen Habla”, recomienda revisar el código de vestimenta del puesto y empresa a la cual postulas.  Sobre todo, aconseja  cuidar la zona “V” porque es la que el entrevistador tendrá más cerca y podrá ver con más detalle.

Risco recomienda cuidar los detalles más importantes en la zona “V”:

• Un cabello limpio, ordenado, del largo adecuado y sin exceso de productos. Hay que tener especial cuidado con los vellos alrededor de la nariz y orejas.
• La piel del rostro sin brillo. La barba, si se usa debe estar bien recortada.
• Los dientes bien cuidados para asegurarnos una sonrisa limpia y agradable.
• También tener en cuenta el aliento, olor a cigarro y el exceso de perfume.
• El maquillaje y colores de las uñas en las mujeres debe ser discreto.
• El cuello al igual que los puños de la camisa o la blusa perfectamente limpio y sin hilos o arrugas.
• La corbata limpia. El nudo debe estar perfectamente ajustado y llegar a los bordes del cuello de la camisa, el último botón debe estar cerrado, ¡sí se nota!
• Cuidar que el traje no huela a humedad o que tenga pelusas o polvo en los hombros.
• Si usas anteojos, mira que las almohadillas y los marcos no estén verdes y limpia los cristales.
• Las joyas deben ser de aspecto reservado.

Dale vuelta a tu imagen personal con un poco de esmero y apoyándote en un asesor de imagen. Te ayudará a lucir más profesional, amigable, gerencial, etc., aplicando técnicas de color y estilo para agregarle expresividad a tu look de acuerdo a tus objetivos profesionales y al puesto al que postulas.

Y, aunque no fueras la persona más agraciada del mundo, una buena actitud podría compensar cualquier carencia, de manera importante.

Cierro con el siguiente video de Inés Temple, Presidente de LHH I DBM Perú y Chile, sobre los “si y no” de entrevistas, que también será de ayuda.

Twitter: @PatriciaCanepa

Fotos: www.pinpoint.jobs, www.bass-schuler.com, www.gettyimages.com, www.askamanda.com.au

 Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 12 de Febrero 2014