El poder de la imagen personal
Mi jefe me ha dicho que es importante mejorar mi imagen para tener mayores posibilidades de seguir escalando en la empresa. No sé de dónde viene el comentario porque hasta ahora me va bien. ¿Qué tanta atención le ponen realmente a estas cosas a la hora de los ascensos?
La imagen personal es tremendamente importante en todo momento y puede ser determinante a la hora de los ascensos.
Para entender mejor su importancia, imagínate la siguiente situación: te acaban de ascender y tienes que escoger a tu sucesor entre dos miembros de tu equipo. Ambos tienen las mismas calificaciones y condiciones profesionales para el puesto. Técnicamente, podrías escoger a cualquiera de los dos. La única diferencia es su imagen personal. Uno de ellos es más positivo, se preocupa más por su aspecto personal y tiene mejor trato. ¿A quién escogerías para el puesto?
La imagen personal es esa foto mental que tiene la gente de ti cuando se pronuncia tu nombre. Puede ser positiva o negativa. Abarca cosas intangibles como el trato, la actitud y reputación, pero también incluye detalles más tangibles, como la higiene personal, ropa y accesorios, que son igual de importantes.
“Vestirse bien no es cuestión de moda, uno se viste bien para comunicar quién es y qué tan lejos puede llegar”, señala sabiamente David Navarro, experto mexicano en imagen.
Si hasta ahora “te ha ido bien”, eso es bueno, pero no quiere decir que seguirá siendo así, ya que en los niveles más altos, las oportunidades son más escasas y la competencia, feroz.
Por otro lado, a medida que vas escalando posiciones, estarás más expuesto dentro y fuera de la empresa. Tu imagen personal determina cómo te ven y, por ende, cómo te tratan.
Como tal, se convierte en una parte poderosa de tu marketing personal, según sugiere Inés Temple, presidente ejecutivo de LHH I DBM Perú y Chile, en el excelente video sobre primeras impresiones que dejo a continuación.
Lo bueno es que cuidar las formas y la actitud para generar una buena impresión no cuesta. Conversa con tu jefe para entender a qué se refiere y enfócate en tratar de revertir cualquier comportamiento que pueda estar afectando tu imagen. Si, a pesar de tus buenas intenciones, no consigues los resultados deseados, puedes solicitar el apoyo de un coach.
En cuanto a los aspectos más tangibles, no tienes que gastarte todo el sueldo en ropa y accesorios. Empieza revisando tu higiene y aliño personal para luego pasar al tema de la ropa y descartar prendas demasiado viejas o desactualizadas e invertir en unas cuantas buenas piezas clásicas que puedas mezclar e intercambiar.
Observa cómo visten tu jefe u otros directivos. Viste y compórtate de acuerdo al siguiente cargo que deseas ocupar. Como inspiración, puedes recurrir a revistas o blogs como “Tu Imagen Habla”, de Martha Risco, consultora en imagen personal. Si sientes que necesitas mayor acompañamiento y guía en esta tarea, hay mucha literatura al respecto o puedes recurrir a un consultor de imagen.
Finalmente, debes velar por tu reputación en las redes sociales. Ingresa tu nombre, con comillas, en Google y revisa los comentarios e imágenes relacionados a tu persona para que puedas corregir, de ser necesario. Si deseas trabajar tu imagen virtual, puedes remitirte al libro “Me 2.0” de Dan Schawbel, experto en marketing personal digital.
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 26 de Junio 2013