Del «new normal» al “never normal”
Las cosas cambiaron, se dice que nada será igual después de la cuarentena. En un entorno VUCA–altamente incierto, la nueva norma es operar fuera de lo «normal».
Hoy vivimos en carne propia, la subsistencia en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), sobre el cual habíamos escuchado, pero no hacíamos mucho caso. Los empresarios preocupados por la incertidumbre, están viendo cómo hacer una vez termine la cuarentena. Están pensando en cómo reactivar sus empresas, generar liquidez y evitar romper la cadena de pagos. Algunas empresas y sectores no tendrán otra opción que reinventarse.
En los últimos días he estado conectada a la conferencia virtual Outthinkers 2020, que congregó a las mejores mentes de negocios para compartir su visión “post” corona virus y levantar fondos para organizaciones que están ayudando a contrarrestar la pandemia.
Lo mayoría coincide en que todo cambió. La catedrática Anna Travis puntualiza que hemos pasado del “new normal” al “never normal,” o un ambiente de negocios dónde lo “normal” o la manera usual de hacer negocios desaparece–por traducirlo de alguna manera.
Implicancias
Más allá de la necesidad urgente de cuidar a nuestros colaboradores y generar caja, la crisis pone a prueba nuestra capacidad para reinventarnos o identificar nuevas o diferentes oportunidades de mercado. No es tarea fácil. Además, hay que hacerlo rápidamente. Implica despertar nuestra creatividad, nuestra capacidad para apoyarnos en otros para buscar soluciones y crear alianzas. Nos obliga a replantear nuestra relación con la tecnología y apalancarnos en ella para mejorar nuestros procesos u oferta de valor. Esto es más urgente en algunos casos, pero no por ello menos importante para el resto.
Esta lista de mercados y oportunidades que compartió el empresario Brad Stevens en el congreso, puede servir de ayuda si necesitas inspiración o no sabes dónde empezar. Contiene más de 100 ideas de corto plazo que emanan de la crisis, y se actualizan todos los días.
Enfócate en tus fortalezas y las tendencias
Una de las presentaciones más destacadas del congreso fue la del fundador de ScalingUp, Verne Harnish, lleno de sabiduría y energía; y, también, más radical en sus observaciones:
“Si tu modelo de negocios es el mismo que el del mes pasado, probablemente quedarás fuera de la competencia.”
Recomendó mantenerte conectado con diversas personas y grupos de interés como fuente de inspiración y oportunidades. Especialmente porque hoy, personas que antes parecían inaccesibles, podrían disponer de más tiempo para escucharte.
Propuso hacer un análisis del negocio. Inspirado probablemente en el clásico análisis de fortalezas y debilidades “SWOT”, el «SWT» se enfoca más en el futuro al incorporar “tendencias” y parece ser más práctico. La herramienta, que puedes descargar aquí, propone Identificar 2-3 “fortalezas” donde destacas, las “debilidades” que son tu techo, y las “tendencias” que te dan el campo de acción con el cual contrastar tus ideas, iniciativas, actividades.
No se trata de inventar una nueva industria…
La mayoría de innovaciones son mejoras sobre algo que ya existe. Clay Christensen nos enseñó que los negocios disruptivos, por ejemplo, trastocan industrias establecidas o modelos de negocios tradicionales. Plantean soluciones más prácticas, menos costosas, más rápidas o más accesibles, muchas veces a través de la tecnología.
¿Quién no ha escuchado de Airbnb, Uber y Netflix, cuyos modelos de negocios disruptivos impactaron en las industrias hotelera, de servicios de taxis, o de alquiler de videos, respectivamente? Estas empresas aliviaron los “dolores” que tenían los clientes en estos sectores y se apalancaron en la tecnología para modificar la manera cómo se ofrecían los servicios.
Se me ocurren otros ejemplos que pueden servir de inspiración.
- Ikea. No inventó la industria de muebles. Trastocó el medio ofreciendo muebles accesibles, diseños modernos, que se arman en el momento.
- Kambista. La aplicación peruana no inventó la compra y venta de dólares. La hizo más fácil y segura.
- La laptop. Partieron del concepto de la computadora estática y pesada y la hicieron portátil.
- Los autos eléctricos. No inventaron el automóvil. Lo hicieron más amigable al ambiente.
- Open English. Portales como este no inventaron la enseñanza de idiomas. La hicieron más accesible. A diferencia del resto, se enfocó solo en el inglés y potenció el aprendizaje a través de profesores nativos.
- Los lentes de contacto. Replantearon totalmente el concepto de ver a través de anteojos. Cambiaron el material y tamaño haciéndolos prácticamente invisibles, apelando a la estética.
Creatividad para desafiar la crisis
Cuando hay presión para cambiar y los recursos son escasos, nos vemos forzados a ser más creativos. Prueba de ello es que durante la segunda guerra mundial, muchas industrias se tuvieron que reinventar en el acto para apoyar el esfuerzo bélico de países como Estados Unidos, por ejemplo.
Ante las crisis que vivimos, a nivel global se repite el mismo esfuerzo creativo, de flexibilidad y adaptación, para abastecer las necesidades del momento.
Las destilerías y cerveceras de Estados Unidos están produciendo desinfectante antibacterial. El nuevo producto de Apple es un protector facial desplegable para los trabajadores de salud. Localmente empresas de innovación se han puesto las pilas y gracias a la impresión 3D, han desarrollado versiones accesibles de estas máscaras. Los fabricantes de autos en Estados Unidos se re-inventan para producir respiradores.
Las personas y su seguridad primero
Mientras nos adaptamos a las nuevas exigencias de los tiempos, vale la pena rescatar la predicción de Travis en el sentido que los CEOs tendrán que convertirse en CPOs (Chief People Officers–foco en personas).” En tal sentido, una de tus primeras acciones será cuidar de tus colaboradores y evitar el contagio en las semanas críticas post-cuarentena. El artículo de Richard y Rana Florida en FastCompany, plantea 4 acciones que deben formar parte de tu agenda de prioridades:
1. Equipamiento y uniformes de protección, en todo tipo de trabajos y especialmente en aquellos donde hay contacto con el público.
2. Diseño de espacios que aseguren el distanciamiento físico. Esto es especialmente crítico en todos los ambientes de trabajo, y especialmente en industrias donde hay mucha congregación de personas, como las de enseñanza, comercio, transporte.
3. Chequeo de temperatura y estado de salud. Estos chequeos son la norma en algunos países, sobre todo a la hora de ingreso.
4. Trabajo remoto o virtual. Ya lo probamos la mayoría y habrá que evaluar qué actividades o interacciones pueden llevarse a cabo de manera remota permanentemente o hasta que se diseñen los espacios adecuados o concluya la amenaza del virus.
Siempre he pensado que las crisis son una prueba ácida de liderazgo donde prima un oxímoron: la calma y la acción. Si el líder ha desarrollado una organización empoderada y sana, tendrá la tranquilidad para pensar lúcidamente y entrar en acción. Estará en forma mental y física para salir de su zona de confort y hacer frente a todo tipo de situaciones inusuales, con la ayuda de su equipo.
Si tu empresa se ha reinventado en momentos de crisis como este, nos gustaría escuchar tu caso para compartirlo en siguientes artículos. Escríbeme a pcanepao@gmail.com
Fuente imagen principal: TravelPulse
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 09 de Abril 2020