Me han observado que mi perfil en LinkedIn no tiene foto, pero no encontraba ninguna que me guste. ¿Qué tan perjudicial puede ser no incluir la foto o es preferible poner una donde no salgo tan bien?

Hay miles de personas que no publican su foto en el perfil de LinkedIn, pero no quiere decir que esté bien.  Tu perfil en LinkedIn es público. Es a donde acudirá quien quiera saber más de ti -antes o después de una reunión-, o por un sinfín de razones relacionadas no sólo a la búsqueda laboral. Una foto es clave para reafirmar ese interés y determinar si inspiras confianza o no.

Por otro lado, si excluyes la foto, podrías dar la sensación de que tu perfil está incompleto o que escondes algo, y podría decepcionar a quien te esté buscando.

Igual de perjudicial puede ser colgar una mala foto porque transmitirás una imagen inadecuada. Las impresiones se forman en cuestión de segundos y querrás asegurarte de que la imagen que proyectas sea la más profesional y amigable posible.

En el video a continuación, Peggy McKee, consultora del portal CareerConfidental, elabora sobre la importancia de la foto en el perfil de LinkedIn.

Dicho esto, me centraría en cuatro cosas:

1.  Calidad de foto. Evita tomar la foto de algún paseo, recortar la cara y colgarla. Lo ideal es tener una buena foto profesional, que te favorezca. ¿Por qué profesional? Porque los buenos fotógrafos sacarán lo mejor de ti, sabrán transmitir tu esencia a través de una buena producción, iluminación, maquillaje, cuidado de los detalles y retoques ligeros.

A falta de una foto profesional, una buena toma, en términos generales, podría funcionar muy bien: imagen nítida, bien iluminada, de un primer plano (ni muy abierta que no se te vea bien, ni muy cerrada que se te vean todas las imperfecciones), cuidando siempre lo que Martha Risco, asesora de imagen, señala como la “Zona V”.

2.  Vestimenta.  Es aconsejable respetar la vestimenta de negocios; LinkedIn es una red profesional después de todo. Con algunas profesiones creativas, o con ciertas ramas del empresariado o consultoría suele haber más flexibilidad siempre y cuando se transmita una imagen profesional.

3.  Lenguaje corporal. Cuidado con posar. Las poses clichés (mentón reposado sobre la mano, por ejemplo) no se ven naturales. Una postura relajada, que transmite confianza y seguridad es fundamental. Una sonrisa te ayudará a lograrlo. Evita fotos rígidas, o tomas frontales que se parezcan a las del típico documento de identidad. Tómate muchas fotos para conseguir aquella toma donde finalmente te sueltas y transmites lo mejor de ti.

4.  Actualización. No uses fotos de antaño, por más bien que se te vea en ellas. Las fotos, al igual que el perfil, deben estar al día. Aunque no nos demos cuenta, nuestra imagen evoluciona.

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 Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 19 de Junio 2014