Conversaciones con talentos que no son de alto potencial
Tengo un contribuidor importante que está inquieto porque ve que algunos de sus pares están viajando a entrenamientos especiales o son invitados a las visitas de los gerentes top de la matriz. Insiste en participar. ¿Cómo le digo que no es considerado un talento de alto potencial?
Depende mucho de tu cultura organizacional, algunas empresas no revelan quién es o no un alto potencial. En todo caso es bueno conocer la política de la empresa y apoyarte en RRHH.
Tu rol como jefe es rayar la cancha y ser honesto, aunque con sensibilidad. Cuando los lineamientos son claros y el feedback oportuno, no hay sorpresas.
Más allá de si la persona es un alto potencial o no, tu desafío como jefe es asegurarte de que cada persona en tu equipo sepa cómo contribuye a la organización, valorar sus aportes para que cada uno sienta que es un engranaje importante y que su labor no solo es necesaria para la operación, sino que es valorada y reconocida -sea su destino ser líder de la organización o no.
Una vez establecido esto, conversaría sobre los rasgos o comportamientos que busca la empresa en sus futuros líderes.
El Dr. Robert Hogan, presidente de Hogan Assessments, recomienda reconocer y celebrar el buen trabajo del empleado, ofrecer ayudarlo con su desarrollo profesional, pero ser honesto en decirle que no lo ven como el siguiente CEO.
Como señala Hogan, a veces se cometen errores políticos y de juicio en la designación de estos futuros líderes.
Si la persona está convencida de que tiene potencial, hay que estar preparado para revisar cada uno de los comportamientos deseados, con las brechas actuales y ejemplos claros. Dependerá de la persona determinar si quiere o no hacer el esfuerzo.
De esta manera, el mismo gerente revisará si quizá no se le está pasando algo por alto, mientras que los que no tienen el perfil probablemente desistirán.
Los altos potenciales muestran un conjunto de habilidades y alto desempeño. Suelen ser catalizadores, influyen sobre otros para conseguir resultados. Tienen una alta inteligencia emocional, son adaptables, con una gran capacidad de aprendizaje. Sus resultados son consistentes, sobretodo en entornos desafiantes. Son proactivos, piden más responsabilidades y es fácil verlos en posiciones de mayor alcance.
Las empresas cuidan, desarrollan y les dan mayores desafíos y exposición a estas personas porque son parte del 5-10% que genera más utilidades y es más productiva que el empleado promedio.
De hecho, en nuestro país, los altos potenciales reciben más ascensos y capacitaciones comparado con el promedio de ejecutivos de primera línea, según el estudio que realizó Ipsos Apoyo por encargo del Comité de RRHH del AMCHAM Perú.
No sorprende que muchos talentos aspiren a formar parte de este elite en las organizaciones. No todos pueden o quieren, pero es importante que los que quieren puedan conocer las reglas de juego.
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 21 de Agosto 2013