A pesar de los avances tecnológicos y de las eficiencias que se generan como resultado de ello, algunas empresas exigen cada vez más de menos personas en su afán de reducir costos y ser más competitivas. Según un reciente estudio de Trabajando.com, 61% de las personas encuestadas trabaja 48 horas o más.

Siempre existirán situaciones inusuales o períodos típicos donde el trabajo se recarga, como durante restructuraciones, época de presupuesto o due diligence cuando puedes terminar madrugando en la oficina. Es clave diferenciar una situación transitoria de una crónica.

Analiza tu situación y define dónde está el problema, porque trabajar más no está necesariamente relacionado con mejores resultados. Pregúntate: ¿Debes pedir más apoyo o subcontratar parte del trabajo? ¿Te estás concentrando en lo más importante o distrayéndote con cosas menores que otros pueden hacer? Identifica los elementos distractores y ordénalos, delégalos o elimínalos. ¿Sufres de reunionitis? ¿Estás cargando el peso de otras personas menos eficientes en tu área u otras áreas? ¿Hay duplicidad de esfuerzos o procesos ineficientes? ¿Estás usando a tu jefe como un recurso de apoyo y delegando hacia arriba cuando es necesario? ¿Sabes decir No asertivamente?

Si tienes colaboradores que te reportan, sigue los consejos del fundador y CEO de FedEX, Fred Smith, quien se guiaba exitosamente por algunos principios básicos que te pueden ser de ayuda: “La gente quiere saber qué se espera de ellos, qué ganan con hacer las cosas como quieres, qué tienen que hacer para salir adelante, a quién pueden recurrir si no son bien tratados. Quieren saber cómo les va, quieren retroalimentación y quieren saber que lo que hacen es importante”. Si sigues estas pautas tendrás a un equipo más motivado para apoyar en momentos difíciles y aliviar tu carga.

Cuida la parte física. El ser humano es como un auto sin gasolina, simplemente se para. ¿Estás haciendo ejercicio para despejarte o por lo menos caminando un poco durante la hora de almuerzo? ¿Cómo está tu alimentación? ¿Almuerzas? ¿Te desconectas? ¿Descansas? ¿Puedes tomar una siesta de veinte minutos en el trabajo? Estas cosas son indispensables para recuperar energía y seguir adelante y pueden complementarse con el video a continuación, donde encontrarás un resumen de cinco ideas claves del gurú de psicología positiva, Ben Tal Shahar.

La familia es quien más sufre con las situaciones de exceso de trabajo. Probablemente llegas exhausto a casa y no querrás ver caras tristes o sentir culpabilidad por la falta de dedicación. Si tu familia está al final de la cola últimamente, sigue estos siete consejos que publicó el portal EarlyToRise hace algún tiempo:

1. Convierte la cena con la familia en una prioridad.
2. Contribuye diariamente a la conversación familiar con anécdotas entretenidas para aliviar los ánimos (La aplicación WhatsApp es un buen aliado virtual).
3. Realiza una caminata con la familia luego de la cena; de esta manera te despejas.
4. Llama brevemente o escribe unas líneas a los parientes (o amigos) que no ves a menudo.
5. Mantén un calendario familiar con las actividades de todos para evitar cruces, olvidar citas o cambios de último minuto.
6. Desahógate antes de llegar a casa y no pienses más en el trabajo; y, sobre todo,
7. Asegúrate de siempre entrar a casa con una sonrisa y buena actitud.

Probablemente no seas el único en lidiar con esta situación, conversa con otros colegas para ver cómo hacen ellos para manejar el exceso de trabajo y mantener una vida más equilibrada. Si a pesar de tus mejores esfuerzos no encuentras una solución y tu insatisfacción se intensifica, tendrás que buscar otras opciones dentro de la empresa o fuera de ella.

Fuente: jobs.aol.com

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