Gano muy bien pero a veces me pregunto qué sentido tiene trabajar tanto si no tengo tiempo para disfrutarlo ya que el fin de semana termino exhausto y solo quiero descansar. ¿Mi CV se vería mal si consigo un trabajo donde gane menos pero tenga más tiempo libre?

No todos los CVs tienen un secuencia linear ascendente y perfecta, la gente cambia de trabajo, de sectores, de industria, los cargos varían, etc.  Mirarán tu último puesto, pero también se fijarán en tu trayectoria profesional, en tus logros y eso es lo que más debería llamar la atención de un reclutador experimentado.

Es decir, si hicieras un cambio donde, quizá, terminas con un puesto de menor responsabilidad o un cargo diferente, esto no debería impedir que te llamen si tienes una buena trayectoria, pero debes prepararte para sustentar el por qué del cambio.

“Me gustan los desafíos pero llegó un momento que trabajaba 60-70 horas a la semana, ganaba muy bien, pero no tenía tiempo para disfrutarlo. Luego de 4 años de largas jornadas y fines de semana, decidí evaluar otras alternativas que me permitieran tener un mejor balance.”

Hay etapas en la vida y en el trabajo.  Si estás en un momento donde quizá ya has acumulado un patrimonio y ya no justifica trabajar largas horas sin poder disfrutar a tus seres queridos o explorar tus intereses o hobbies, intentaría por lo menos 2 alternativas antes de pensar irme a otra empresa.

1. Negocia con tu actual empresa. Si ganas muy bien, probablemente es porque agregas mucho valor y es probable que no quieran perderte. Quizá no están al tanto de lo que estás sintiendo.  Conversando la gente se entiende y es posible que puedan estar dispuestos a contemplar un replanteamiento, darte otra asignación, o reinventar tu rol, para que puedas gozar de un mejor balance de vida. Prepara una propuesta y somételo a discusión en el momento correcto.
2. Revisa tus métodos de trabajo. Haz una auto-evaluación sincera. ¿Eres el único que no tiene vida fuera de la oficina, es decir la carga es excesiva para todos o solo para ti? ¿Te has preocupado de desarrollar un equipo de primer nivel en quien apoyarte? ¿Estás delegando de manera efectiva? ¿Te tomas almuerzos de 3 horas? ¿Puedes mudarte más cerca al trabajo? ¿Debes replantear el tema de los viajes? ¿Estás siendo efectivo y selectivo con las reuniones? En fin, revisa tu rutina, la estructura y paradigmas. Conversa con amigos para conocer sus rutinas y mejores prácticas. Si es necesario, contrata un coach para mejorar tu liderazgo si éste fuera el problema.

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