Hay jefes y hay jefes, pero si siempre se han llevado bien y esto es algo reciente, habría que preguntarse si podría estar pasando por un mal momento; de mucha presión, que no está sabiendo manejar y repercute en sus relaciones. Podría estar enfermo o tener a alguien cercano enfermo y con una tremenda preocupación encima. Podría estar pasando por una separación, entre tantas posibilidades. ¿Has mostrado preocupación? ¿Le has preguntado si todo va bien?

Si la cosa no va por por ahí, pregúntate qué podrías estar haciendo tú para empeorar o aliviar la situación. Muchas veces nos quejamos del jefe pero a veces le echamos toda la culpa. Haces bien en contenerte en ciertas situaciones y si lo notas particularmente sensible, debes cuidar lo que dices.  Hay varias frases que debes evitar, para no empeorar la situación:

1. “No puedo”. Si el jefe te pide algo, tienes que poder, a no ser que vaya contra la moral o tus principios. No te quedes en el “no puedo”. Explica por qué y da una solución. Por ejemplo, “Juan, en estos momentos estoy trabajando en X y me va a tomar 2 días más. Si lo dejo para hacer lo que me pides, se atrasará la entrega. ¿Estás de acuerdo?”.
2. “No estoy de acuerdo” (en público). A veces no valoramos mucho al jefe y terminamos expresando nuestro desacuerdo frente a otros. Cuida las formas para mantener la comunicación abierta. “Juan, entiendo tu planteamiento. Construyendo sobre lo dicho, se me ocurre que también podríamos hacerlo de esta o tal manera y evitarnos X, Y o Z.”
3. “Si no me suben el sueldo…”. A nadie le gusta sentirse amenazado. Plantea tu caso de aumento de sueldo de manera contundente, con logros cuantificados que lo sustenten. Si a pesar de ello, no logras tu objetivo, busca trabajo en otro lado, pero no amenaces. Si finalmente renuncias, tu jefe sabrá por qué.
4. “Este proyecto no tiene ni pies ni cabeza”. Por más que puedas tener razón, a nadie le gusta que le digan que su bebé es feo. Qué tal “Juan, me imagino que te preocupa que no estemos avanzando al ritmo propuesto porque hay muchas idas y venidas, te parece si nos juntamos para revisarlo?”.
5. “No me corresponde”. El mundo no es blanco o negro. Tiene matices y debes que mostrarte como alguien colaborador, que está dispuesto a remangarse las mangas. Qué tal “Juan, esta tarea usualmente la hace X, pero si necesitas que yo lo asuma en esta oportunidad, lo haré encantado”.
6. “Me voy”. A veces estamos tan fastidiados con alguna situación o intercambio de palabras, que lo único que queremos hacer es desaparecer. Lo mejor es mantener la calma y evitar confrontaciones que no llevan a nada. La mayoría de veces, si te paras y te vas, pierdes porque das la sensación que no pudiste manejar la situación o que mandaste todo al diablo, incluyendo a tu jefe y quienes te acompañan.
7. “Se me pasó”. A nadie le gustan las sorpresas. Avisa, no te saltes a tu jefe con noticias o situaciones importantes que pueden impactar a su equipo, los tiempos, o resultados de los proyectos.

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Fuente: anavasquez.com

Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 10 de Marzo 2016