Si bien los CV pueden haber evolucionado en cuanto a la variedad de formatos, especialmente en aquellos relacionados al mundo creativo o digital, éstos son la minoría. La gran mayoría y, ciertamente los headhunters, siguen trabajando con el CV tradicional, el cual aprecian sea lo más ligero y contundente posible.

Dada la cantidad de CV que tanto las empresas como las reclutadoras deben procesar diariamente, la actividad exige un CV de una o dos páginas, dependiendo de la experiencia del candidato. Aquí van algunas cosas que no se deben incluir en el Currículum Vitae.

Foto. Si bien muchos avisos de empleo la piden, las fotos suelen ser un factor de descarte porque pueden ser polarizantes: o gustas o no. Ciertamente querrás que cualquier decisión se tome sobre tus logros y experiencia, y no factores físicos.

Referencias. No se incluyen o adjuntan al CV. Te las pedirán si sigues en el proceso y eres uno de los candidatos finales. Tenlas listas ante cualquier eventualidad, pero no te adelantes.

Certificados. Los reclutadores no apreciarán que los llenes de papeles innecesarios. Nuevamente, si necesitan validar información lo harán a través tuyo o consultando directamente a la fuente.

Enmarcados o bordes. No te pongas creativo con un CV ejecutivo o trates de ‘embellecerlo’ porqué podrías distraer del contenido.

Páginas y páginas de información. El tiempo dedicado a dar una primera pasada a un CV es de segundos. En una primera instancia se enfocarán en la primera página, y luego mirarán la segunda página rápidamente para ver otras actividades profesionales, estudios y cualquier cosa interesante que llame la atención.

Para alguien con poca experiencia, basta una página. En otros casos, el límite es dos. Sin importar cuán importante has sido o cuán larga tu trayectoria, un alto ejecutivo debe tener capacidad de síntesis, lo cual se evidencia en la claridad y extensión del CV.

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 Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 18 de Febrero 2016