Del negocio propio a las entrevistas de trabajo
Emprender un negocio no es tarea fácil. El índice de fracaso es alto y, según las estadísticas, la mayoría de nuevos negocios fracasan entre los tres primeros años. De hecho algunos empresarios exitosos cuentan que se metieron en varios proyectos antes de encontrar el proyecto ganador.
Dicho esto, pon las cosas en contexto positivo, rescata lo mejor de tu experiencia emprendedora. No va a ser fácil convencer a otros si tú mismo no estás convencido o no valoras la experiencia por todo lo que hiciste y aprendiste.
Detuviste una carrera profesional para explorar tu faceta empresarial. A diferencia de muchos que lo piensan, tú tuviste el coraje para llevarlo a cabo.
Escogiste el momento preciso, cuando aún eres joven, y el riesgo es menor. Probablemente tuviste que empezar de cero y hacer de todo, desde barrer las oficinas hasta negociar con un banco. Esto habla de tu flexibilidad y humildad. Posiblemente trabajaste 24/7, especialmente cuando el negocio no iba bien. Eso habla de tu disciplina y persistencia. Quizá tuviste que convencer a otros sobre tu idea de negocios; eso habla de tu capacidad para persuadir. Si bien eventualmente desististe del emprendimiento, probablemente tuviste logros importantes en el camino. No los pierdas de vista. El sólo hecho de cerrar el negocio a tiempo habla de tu capacidad para tomar decisiones difíciles y minimizar riesgos. Finalmente has sentido el dolor de ver tu idea de negocios frustrada, lo cual probablemente haya reforzado tu resiliencia, tu capacidad para sobreponerte y tomar nuevos rumbos.
Entonces, cuando te preguntan algo como ¿qué pasó con tu negocio o por qué estás buscando trabajo?, sin saber los detalles, me imagino algo como…
“Siempre tuve la idea de hacer algo propio. A los 33 años, cuando hubo una restructuración en mi anterior empresa, sentí que era el momento preciso para explorar mi faceta empresarial, pero me puse un límite de tiempo. Si a los dos años no prosperaba el proyecto, retomaría lo mío: las finanzas. Aquí me tienes, los precios de los minerales se cayeron y el proyecto inicial resultó insostenible, así que tuve que tomar la difícil decisión de cerrar, antes de tener un perjuicio personal mayor.
La experiencia me ha cambiado, me ha hecho un profesional más sólido. Tuve el coraje de apostar por un sueño, lo cual me puso al otro lado de la mesa, del dueño, del accionista. Hoy tengo una visión más global del negocio, del mercado, de la importancia del capital humano y de las distintas áreas en una empresa. Siento que estoy más listo que hace dos años, para asumir una posición de mayor responsabilidad que capitalice mis fortalezas en finanzas…”.
Crea tu propia respuesta, genuina y enfocada en lo positivo de la experiencia y por qué te hace un candidato más fuerte. Aduéñate de ella, prácticala y te irá muy bien.
Fuente: elnegociorentablehoy.com
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 08 de Octubre 2015