Tres tristes tigres
De un tiempo a esta parte estoy sintiendo que mi equipo se está aplastando. No veo la energía y entusiasmo de siempre. Nos falta gente y recursos, pero esto no es nada nuevo. ¿Qué hacer?
Tu pregunta me hizo pensar en un artículo que escribí hace algún tiempo el cual me permito retransmitir para resolverla.
Durante un paseo al zoológico observé a varios tigres tendidos, tomando sol. Quizá estaban tranquilos, descansando, pero mi sensación fue la de estar observando a tres tristes tigres, en un espacio restringido y fuera de su hábitat.
A veces sucede lo mismo en el trabajo cuando limitamos a una persona hacer un trabajo monótono año tras año porque lo hace bien. O cuando ponemos a una persona sobrecalificada a realizar un trabajo que no lo desafía, o al revés. También podríamos estar micro-gestionando sin darle espacio a los colaboradores para desarrollar su talento y trabajar tranquilos.
Estas personas se irán “aplastando” poco a poco. Dejarán de tomar iniciativa, de esforzarse, de ser felices. Cuando limitamos a las personas a hacer cosas rutinarias o les quitamos el espacio para desarrollar su creatividad, es muy probable que se desmotiven o pierdan la pasión por el trabajo.
Sin pasión no hay energía, sin energía no se mueven las personas: no hay resultados.
Tu equipo es un reflejo de ti. Si alguien no está caminando como quisieras, es buen momento para reflexionar y evaluar si la rutina, el estrés, o tú mismo, están mermando su desempeño. Quizá sea momento de cambiar tareas, funciones o promover a algunos. De lo contrario, podrías estar contribuyendo a propiciar un ambiente laboral vegetativo, letárgico, lo cual no es bueno para nadie.
Demasiado estrés en el equipo también puede jugar en contra. En casos extremos, algunos animales desarrollan comportamientos psicóticos propios del continuo estrés, como el chimpancé que se jala el pelo y se queda parcialmente calvo. Guardando distancias, igual puede pasarle a algunos de nuestros colaboradores o a nosotros mismos si el estrés es desbordante.
Este es un desafío de liderazgo y en buena hora que estás cuestionando lo que sucede. Es tu responsabilidad, como líder, entender qué está pasando y solucionarlo. Conversa con ellos individualmente y toma las medidas para sacar adelante a tu equipo o reestructurarlo para que pueda cumplir con lo esperado. Con entendimiento, dirección, empoderamiento, recursos y parámetros claros, será más fácil que tu equipo pueda recobrar la energía y entusiasmo.
Google Images: www.formulae.co.nz, sharideth.com, www.sheknows.com
@PatriciaCanepa
Facebook/PatriciaCanepaCori
DialogosdeCarrera@gmail.com
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com