¿Cómo está tu coeficiente de adaptabilidad (AQ)?
Amin Toufani, autor de Exonomics, y profesor de Singularity University, explica que existen estudios que demuestran que el “coeficiente de adaptabilidad (AQ)” o nuestra capacidad para reaccionar rápidamente ante el cambio, y no el “coeficiente intelectual (IQ)”, es el mejor predictor del éxito futuro en un mundo cambiante. El IQ podría predecir el éxito solo dentro de los primeros dos años en el puesto, según el autor.
Tiene sentido pensar que si todo cambia de manera acelerada, nosotros también tenemos que hacerlo. Pero no siempre funciona así, los cambios suelen llevarnos la delantera, cuesta adaptarnos.
Animales de costumbre
Los seres humanos somos animales de costumbre. Guiados por cómo funciona nuestro cerebro, preferimos lo que nos es familiar, lo que acostumbramos hacer. Entramos en una especie de zona de confort, y se nos hace difícil cambiar. Esto produce un desfase natural en nuestra capacidad para aceptar los cambios y empezar la transición hacia lo nuevo–ese movimiento interno que nos permite mirar hacia el futuro con aceptación y; ojalá, optimismo para reinventarnos.
La valorización de la capacidad de adaptación
Adaptarte al cambio y hacer la transición hacia una nueva situación es un proceso. Vivimos nuestras vidas adaptándonos a todo tipo de cambios, de colegios, de amigos, de trabajos, jefes, sistemas de gestión, y otros más personales, entre otros. Para algunas personas es más fácil adaptarse, a otros les cuesta más trabajo. Sea cual fuera tu realidad personal, el mundo moderno, altamente volátil y cambiante, hace que las empresas empiecen a valorar más la capacidad de adaptación y éxito ante cambios. Lo importante, nos explica Toufani, es que, a diferencia del coeficiente intelectual, la adaptabilidad se puede enseñar o coachear.
Cómo mejorar tu capacidad para adaptarte
Los SEALs de la Marina de los EEUU, son fuerzas especiales, de alto desempeño, que están preparadas para atender situaciones “no convencionales.” Adaptarse a entornos impredecibles es su modus operandi. En su trabajo, “siempre surge nueva información, se descubren amenzas, y lo que a veces parece altamente improbable se torna en un riesgo real.” Muy similar a lo que nos pasa en los negocios. Por eso, vale la pena revisar las 4 recomendaciones para mejorar nuestra capacidad de adaptación, de Jeff Boss, colaborador del portal de la revista Forbes y ex Navy Seal.
- Redefine tu motivación. Según el autor, la mitad de la batalla se gana estando listo y dispuesto a adaptarte. Por eso aconseja que replantees los problemas en función a las cosas que te motivan. Sugiere, por ejemplo, que si te motivan las relaciones interpersonales, que te motives pensando cómo estas relaciones podrían mejorarían después de adaptarte a la situación que enfrentas.
- Observa. Para adaptarse ayuda mucho poder reducir la brecha entre el estímulo y tu reacción. Por eso sugiere que te entrenes en mejorar tus habilidades de observación o reconocimiento de diversas situaciones. Así podrás anticiparte, tan pronto detectas los estímulos relevantes. Es lo que hacen los jugadores de fútbol por ejemplo cuando revisan una y otra vez las jugadas de la competencia.
- Desarrolla posibles planes de acción (COAs). Antes de cualquier campaña de ataque, los SEALs se plantean posibles escenarios de reacción, los priorizan y definen planes de acción, asi se anticipan y están listos para actuar ante cualquier posibilidad.
- Metas pequeñas. Boss sugiere ir paso a paso y romper los grandes desafíos, en pequeñas metas, de tal manera que el reto sea más manejable. Imagínate que tienes que correr 25 kilómetros en una maratón. Para alguien que lo hace por primera vez, puede parecer una tarea dantesca, pero si se plantea terminar los 5 primeros kilómetros, y al lograrlo se plantea correr los otros 5 y así sucesivamente, la tarea se torna más manejable.
¿Puedo medir mi coeficiente de adaptabilidad?
No he podido encontrar una prueba calificada del “coeficiente de adaptabilidad” (AQ) para compartir con ustedes, aparentemente aún no estárían disponibles (si conocen una, por favor me escriben). Sin embargo, la “adaptabilidad” per se está contemplada en las pruebas de inteligencia emocional. Y, el portal Adaptai que define el AQ como “la capacidad para adaptarse y prosperar ante el cambio”, está desarrollando una prueba de AQ para mediar la adaptabilidad en el trabajo y establecer planes de desarrollo con la ayuda de la inteligencia artificial. Mientras tanto, encontré esta prueba del portal Career Sherpa que puede resultar divertido completar. Según la autora, el resultado puede darte una idea de tu capacidad para adaptarte a los cambios.
¿Y la adaptabilidad organizacional?
Pensando en el futuro del trabajo y la imperiosa necesidad de desarrollar la adaptabilidad organizacional, me encontré con esta infografía en el portal Game-Changer que resume una docena de “enemigos” o características organizacionales que juegan en contra de la adaptabilidad en la empresa. Me pareció bastante sensata y creo que quienes están en posiciones de influir sobre otros y sobre el futuro de organización deberían conocer estos impedimentos de la adaptabilidad para evitarlas y hacer lo opuesto.
Traduzco a los “enemigos”: 1) las jerarquías, 2) el miedo a actuar, 3) los sesgos en las decisiones, 4) hábitos que no se quieren cambiar, 5) centralización de las decisiones, 6) prácticas de negocios inflexibles, 7) estructuras rígidas, 8) deficit en las habilidades, entrenamiento y coaching de los empleados, 9) pensamiento a corto plazo, 10) insuficiente experimentación, 11) falta de diversidad, 12) falta de un propósito poderoso.
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Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 12 de Abril 2019