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40 años y sin maestría

 

Tengo 40 años y soy gerente en una buena empresa. Me va bien en el trabajo, pero me está generando mucho ruido ver que la empresa está contratando ejecutivos más jóvenes con MBA y, muchos de ellos, del extranjero. ¿Debo hacer un MBA para asegurar mi puesto?

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Nadie ni nada te garantiza un empleo, con o sin maestría. Ni las mismas empresas tienen su subsistencia garantizada porque pueden ser adquiridas por otras o cerrar si las condiciones competitivas cambian. Lo único que te asegura un puesto en el mercado, es tu empleabilidad, tu competitividad y tu capacidad para agregar valor a una organización.

Si consideras que un joven con una maestría puede estar agregando más valor que tú en la empresa, haces bien en cuestionarte. Lo cierto es que los mejores ejecutivos se preocupan por su formación continua.

De acuerdo a estadísticas de LHH-DBM Perú, 39% de los ejecutivos en programas de transición laboral en el 2012 tenía una maestría. Si agregamos los postgrados, esta cifra se eleva a 50%.

Por otro lado, un tercio de las posiciones que llegaron a nuestro banco de trabajo el año pasado requerían maestría. Es decir, si estuvieras buscando trabajo, no tendrías acceso a un tercio de las posiciones publicadas, sin considerar que esta cifra ha bordeado el 50% en algunas oportunidades.

En ese sentido, las maestrías y cursos de posgrado son relevantes para mantenerte empleable, actualizado, con una visión global de los negocios y con una red de contactos activa.

Lo ideal es llevar cursos o seminarios de actualización anualmente y por lo menos un curso importante cada dos años, de preferencia en el extranjero, lo cual redondeará tu experiencia académica y cultural.

Dependiendo de tu experiencia y lo que deseas lograr a futuro, debes contemplar bien tus opciones. Por ejemplo, tus necesidades académicas serán diferentes si has rotado por varios puestos clave, así como el tiempo que llevas sin actualizarte y los trabajos que hayas tenido en otras empresas, entre otros factores.

Investiga, conversa con otras personas y decide, a la luz de tus aspiraciones profesionales, el posgrado que más se adecúe a tu perfil: un MBA, una maestría especializada, un diplomado o un programa de dirección. Estos últimos te permiten estar rodeado de personas con mayor experiencia laboral al mismo tiempo que te actualizas.

Si finalmente decides por un MBA, vale la pena revisar el post de Sergio Borasino, que trata sobre los temas cruciales a considerar antes de decidir.  También puedes revisar los ránkings latinoamericanos  y mundiales, si te interesa estudiar en el extranjero.

Por último, conversa con los jovenes MBA que están entrando a tu empresa, pregúntales sobre sus experiencias en las diversas escuelas de negocios. Conócelos, obsérvalos y aprende de ellos. Evalúa la posibilidad de convertirte en su mentor, lo cual también agregará valor a la organización y afianzará tus conocimientos y dotes de liderazgo.

@PatriciaCanepa
Fotos:  Google Images

 Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 08 de Mayo 2013

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