Cómo lidiar con la presión de “ganar, ganar, ganar”
Hay mucha presión en mi empresa por “ganar, ganar, ganar”, lo cual me parece demasiado exigente en el día a día. ¿Cómo sobrevivir en un entorno tan competitivo?
Siempre lo he dicho, y lo seguiré diciendo: ningún extremo es bueno. Muy aparte de las presiones que pueden tener las empresas por dar resultados, las culturas donde el “ganar, ganar, ganar” es el pan de cada día pueden no ser sostenibles en el tiempo.
Todos hemos escuchado sobre los escándalos y efectos de la presión extrema que sufrieron algunas personas por dar resultados en empresas internacionales hoy desaparecidas. Alteraron cifras, recurrieron a métodos artificiales o hicieron trampa para sostener los resultados, el prestigio artificial y los bonos millonarios correspondientes.
Siempre hay opciones. En las palabras de una alta ejecutiva comercial:
“Para muchos ganar es igual a tener éxito. Para mí, el éxito tiene que ver con el camino que escoges para lograrlo. Algunas personas consiguen el éxito haciendo trampa, o pisando a otros. Para mí, eso no es ser exitoso. Hay que ganar limpiamente.”
Tu mejor competencia eres tú
Ganar implica competir. La competencia es sana porque nos hace cuestionarnos, nos da un punto de referencia, nos hace mejor. Hay que estar al tanto de ella, conocerla profundamente, sus productos, sus tácticas, sus fortalezas y debilidades, etc., pero, la competencia finalmente la defines tú. Tu mejor competencia eres tú. Solo tú puedes controlar tu actitud y tu esfuerzo.
Corre la milla extra
En un entorno tan competitivo donde “ganar, ganar” es el modus operandi, debes esforzarte para dar lo mejor de ti, para ser la mejor versión de ti mismo y correr “la milla extra” como se dice en inglés.
Colegas y aliados
Tus colegas te pueden considerar su “competencia”, pero aunque pueda parecer ingenuo, pregúntate si no es mejor verlos como lo que son: tus “colegas”, y lo que pueden ser: tus “aliados”. Así, podrás centrarte en ti, en lo que tú puedes lograr con la actitud correcta y tu mejor esfuerzo.
Firme con tus valores
Lamentablemente, la tentación de recurrir a métodos “deshonestos para lograr ventaja” está presente en todo entorno. El boletín diario Delanceyplace.com cita a los autores de “Why we Cheat“, Fang y Casadeval, quienes manifiestan que hacer trampa es “sorprendentemente común” sobre todo si otros a tu alrededor lo hacen. Es por ello tan importante mantenerte fiel a tus valores. Jamás los sacrifiques. No hagas el trabajo sucio de otra persona, no seas desleal a ti mismo, no cometas o seas cómplice de ningún acto ilegal o que pueda parecerlo. Tampoco pongas en riesgo tu salud física o mental.
No temas decir “no”
En estos casos, la solución puede ser tan sencilla como decir “no” desde un inicio. Sólo tienes que pronunciar la palabra. Aunque alguien podría tratar de intimidarte si dices “lamento no poder hacer lo que me pides porque va en contra de mis principios,” el mercado reconoce a quien es asertivo y fiel a sus valores.
No descartes renunciar en casos extremos
Hay casos de ejecutivos que renunciaron al poco tiempo de entrar a una empresa porque descubrieron que se esperaba que recurran a prácticas con las cuales no estaban de acuerdo. Estas personas salieron con la cabeza en alto y pronto consiguieron otras oportunidades.
Mira el “bosque”
Puede parecer difícil decir “no”, pero es mejor que vivir la ansiedad de no poder dormir por las noches, o sentir que le has fallado a tu familia; o peor aún, correr el riesgo de terminar enredado en delitos de cuello blanco.
Fuente: Entrepreneur.com
GoogleImages: TheAdvocatesForSelfGovernment.com, TheFrontline.com, LaMenteEsMaravillosa.com
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 21 de Abril 2017