8 ideas para elevar tu creatividad
La creatividad pasó de ser una habilidad «nice to have» a convertirse en una de las principales habilidades que necesitamos para enfrentar el futuro.
Pasaron los tiempos donde asociábamos la creatividad con ciertas profesiones puntuales, relacionadas al arte, a los investigadores que buscaban soluciones a los grandes problemas del mundo, a los directores creativos en las agencias de publicidad; o, a los encargados de desarrollar nuevos productos para las empresas, por mencionar algunos ejemplos. Ahora se espera que cada uno de nosotros tenga dominio técnico de nuestra especialidad y de la tecnología; y, además, que lleve puesto el sombrero de la creatividad, entre otras habilidades blandas como la colaboración.
Desde hace algunos años al acrónimo de las carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), se le incorporó la letra “A” que se refiere a “Arts” o las “Humanidades” para reflejar las necesidades actuales.
Coincidentemente, la palabra con la «A» incorporada, se convierte en “STEAM”, que significa “vapor,” aquel que movía pesadas locomotoras y propició toda una revolución. Me gusta pensar que así de potente puede resultar la combinación de estas especialidades cuando trabajan juntas. De hecho, para balancear los equipos ágiles, o nódulos de innovación, las empresas integran a ellos a antropólogos, artistas, diseñadores, sociólogos, psicólogos, etc. Buscan esa mirada diferente, esa fricción sana de ideas que genera la chispa de la creatividad e innovación que tanto necesitamos hoy para reinventar los negocios o nuestras propuestas de valor.
Habilidad de hoy y del futuro
Hace algunos años que el World Economic Forum (WEF) pone la creatividad dentro de las 10 principales habilidades del futuro y ésta ha ido escalando en importancia hasta ubicarse en el tercer lugar de su ranking al 2022. Linkedin la coloca como la primera habilidad blanda más demandada en el 2020, manteniendo el primer puesto del 2019.
Y no es para menos. Hemos pasado de las líneas de producción, los estándares y protocolos propios de la era de la industrialización–donde el foco era no salirse de la raya para producir más y ser más eficiente–a la era de la imaginación donde se espera que podamos usar nuestra creatividad de manera colaborativa, para reinventar nuestros modelos de negocios, agregar valor personalizado a nuestros clientes, o solucionar grandes problemas.
La base para la innovación
Como dice el académico Charles M. Wood, “la creatividad es la base para la innovación, aquella que soluciona problemas humanos.” Hoy se espera que aportes de manera diferente. No tiene sentido competir con las máquinas en tareas repetitivas, predictivas, pero si desarrollar la
creatividad y las habilidades sociales de relacionamiento y colaboración que la apoyan. Si puedes aplicar estas habilidades a solucionar problemas y de manera rápida, serás más atractivo para un mercado donde los puestos se redefinen y nada está dicho. ¿Dónde empezar?
- Sé curioso
Hay que ser más como los niños y ponernos el sombrero de exploradores. Implica ir probando hipótesis e ir descubriendo a través de la prueba y error. Hay que hacer tiempo para observar y desarrollar nuestra habilidad para conectar los puntos entre lo que puede parecer disperso, pero está relacionado. Implica salir de la rutina, probar cosas nuevas o viajar a otros lugares, que nos pueden dar otra mirada del mundo e inspirarnos. DaVinci era un curioso empedernido–para que no se le escape nada, llevaba consigo un “libricini” o pequeño cuaderno de notas donde escribía sus preguntas, ideas, y donde dibujaba lo que le llamaba la atención, producto de sus observaciones.
- Construye relaciones
Una casa no la construye una sola persona. Para lograrlo, necesitamos a otros. Steven Johnson menciona en su libro, Where Good Ideas Come From, que la creatividad o los descubrimientos no se dan detrás de un microscopio o en un laboratorio, si no en una mesa, cuando interactúan personas diferentes, con distintos conocimientos, puntos de vista y comparten aprendizajes.
Desarrolla tus habilidades sociales e interpersonales. Construye redes poderosas, dentro y fuera de la empresa. Conversa con personas diferentes a ti, con opiniones diversas. Interésate en otros, en lo que están haciendo en su trabajo, en lo que están haciendo en otras industrias.
Apúntate y participa los grupos de Linkedin, en diversos ecosistemas o grupos de interés. Contribuye y aliméntate de las ideas y aportes de sus miembros. No permitas que el distanciamiento social sea un limitante. Ahora que nos hace falta el contacto directo con otros, estamos más dispuestos a conversar y a ayudar.
- Haz preguntas
Ser curioso implica hacer preguntas. Quienes tenemos hijos hemos pasado por la fase de la curiosidad y descubrimiento que se manifiesta en interminables preguntas sobre el porqué de las cosas, cuando son pequeños. La creatividad nace también de hacer preguntas y aprender: ¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Cómo lo podemos hacer diferente? ¿Y si lo hacemos al revés? ¿Cómo funciona? ¿Y qué piensa Juan? ¿Qué pasaría si…?
- Deja de lado la atiquifobia
La atiquifobia no es más que el temor a equivocarnos. Es natural sentir temor ante lo nuevo e incierto, sobre todo. Lo bueno es que hoy en día hay más tolerancia al error y crece el número de organizaciones que lo incorporan a sus valores. Piensa que tu idea o propuesta es tan valiosa como la de otros. Todos nos equivocamos y aprendemos cuestionando las cosas y experimentando–es lo que se llama el aprendizaje activo. ¿Piensa qué es lo peor que puede pasar si te equivocas? Empieza con pasos pequeños, prueba sobreponerte a tus temores en ambientes seguros, y cada vez que lo logres proponte desafíos más grandes.
- Exponte a frustraciones
Recuerdo una charla de TED donde contaban cómo la frustración puede llevarte a la creatividad, porque te obliga a esforzarte más, a buscar recursos que quizá no sabías que tenías, para salir adelante. Este esfuerzo especial puede dar como resultado cosas excepcionales o inesperadas. Participa en concursos, proyectos o desafíos que te reten.
- Dedica tiempo a divagar
Según los expertos, tu cerebro está en modo activo o en modo de divagación. La creatividad se da en esta modalidad. Es por eso que a veces te despiertas a media noche con una buena idea que debes apuntar. O, se te viene la solución a un problema mientras estás en la ducha. No me sorprendería que a Steve Jobs le gustase tanto caminar, probablemente se desconectaba y le fluían las idea. La música también está asociada a espacios de divagación. Prueba escuchando música que te relaje y ve cómo te va.
- Ínspirate en otros. Muchas de las grandes ideas son adaptaciones de las ideas de otros o inspiradas en la observación. DaVinci nació rodeado de la naturaleza y se inspiraba en ella–por algo la llamaba la “gran maestra.” Hoy, siglos después, vivimos en un mundo líquido, donde las ideas fluyen a través del internet y las oportunidades para inspirarnos son infinitas. Aprovéchalas,
- Sé más león.
En un congreso hace algunos años, el referente español del management, Luis Huete, nos invitó a ser más leones, pero no en el sentido feroz del animal. Todo lo contrario, nos instó a leer más, a «comernos» los libros. Leer no solo te traslada a otros mundos, te expone a ideas diferentes que también pueden servir de inspiración.
El Presidente Obama, Bill Gates, Warren Buffett, Oprah Winfrey; en fin, celebridades exitosas se devoran los libros. Sin ir muy lejos, la mayoría de personas exitosas se instruyen, leen mucho, están continuamente aprendiendo, de la manera que sea, a través de libros, videos, conversaciones, asistiendo a congresos, entre otros.
Revisa cada una de estas sugerencias, y califica qué tanto la practicas en una escala del 1 (-) al 5 (+). Felicítate por esas áreas donde vas bien y, dentro de las áreas que debes desarrollar más, proponte empezar con una de ellas, desde ahora. Establece metas y tiempos específicos e incorpora más áreas a desarrollar a medida que vas avanzando. Suerte.
Si te animas, escríbeme a pcanepao@gmail.com y cuéntame cómo haces para movilizar la creatividad en ti.
Artículo originalmente publicado en www.semanaeconomica.com / 05 de Junio 2020